Hace algunos años, la competencia entre los dos era inmensa.
Quizá tu nunca lo viste así, pero me conoces. Soy un observador extremo de todo y siempre analizo todo lo que pasa.
Alguna vez te dije que un amigo tuyo me gustaba... y lo que hiciste no fue apoyarme con él y hecharme ganas... al contrario, mágicamente te diste cuenta que te gustaba y fuiste tras él.
Alguna otra vez yo estaba en planes de regresar con una persona que en aquella época pensaba era importante para mí... y lo que hiciste fue besarlo a escondidas en la oscuridad mientras yo los buscaba como iluso.
Hemos compartido personas que han estado en nuestras vidas, hemos tenido problemas y escandalos que siempre han sido estupidos y sin sentido.
Creo que hemos pasado todo lo peor que podemos pasar.

Ahora, me siento como una figura reflejada en el pasado. Dices cosas que contradicen mi entendimiento y cuando yo decido actuar todo cambia. Me siento extraño ante todo esto.

Somos tan iguales y tan contrarios. Somos como el ying y el yang.
Tú eres la parte que siempre brillo en la luz, por tu carisma y personalidad, por tus sonrisas y tu sentido de sociabilidad, una persona que crece y crece hasta alcanzar el futuro que siempre ha vislumbrado..
Yo, por mi parte, siempre fui el lado oscuro. Introvertido y mas privado. Serio y con sentimientos que se superponian ante mi razón. Volatil y extremo, tomando desiciones a la ligera y sin pensar en un mañana.

Tan contrarios, y en un cierto grado, tan parecidos.
Quizás por eso es que te convertiste en mi amigo. Quizás por esto es que han pasado tantos años.
Debo reconocer que en cierta parte de mi vida sentí envidia hacia tí. Eras todo lo que yo no era: un ser libre con alas grandes para volar.

Ahora, yo tengo mis alas. Mi ser se ha moldeado a través de las experiencias y cada vez soy más yo. Me gusta ser quien soy. Nada del pasado me ata y no guardo rencor ante nadie ni ante la vida...
Esto en parte fue gracias a tí. Siempre será gracias a tí. Estas constante y presente en la vida, me animas a crecer y me motivas.

Pero a veces siento que esa competencia extraña vuelve a surgir. Y no me gusta.
La competencia a veces es buena, siempre y cuando sea para bien.

El otro día mencionaste que me crees capaz de hacer cualquier cosa... y quizás sea así en cierto sentido, me conoces más que todos...
Pero por primera vez, fallaste en algo...

JAMÁS PASARÍA SOBRE TÍ...

Jamás te usaría como he usado a algunas personas que me rodean, ni te volvería a lastimar quizás alguna vez lo hice. Porque estas entre las personas que más valoro y quiero. Y aúnque luche por lo que yo quiero siempre lo haré enfrentando mis batallas por mí mismo, sin usarte.

Porque ese ya no es mi estilo... y lo sabes.
Yo ya no soy el mismo... y lo sabes.
Y aunque no tengas confianza en mí... yo si la tendré...
También en tí y en mí.