Junjou....

Junjou....
gomenasai... aishiteru!

2 palabras...

Desde el instante en que te conocí, tuve un presentimiento...
No pude descifrarlo en mucho tiempo, tenía miedo de hacerlo e incluso de acercrme a tí. Las circunstancias no ayudaban y jamas lo harían, sin embargo, las cosas empezaron a cambiar.
Nos frecuentamos un poco y descubrí muchas en tí que me alegraban y me hacían sonreir de una manera que hacía mucho tiempo nadie había podido hacer. Me encantaba escuchar tus platicas a veces tontas que me alegraban el día y la manera en como el acero negro era llamado por tu voz.
Te convertiste en aquel mago que se sentía culpable de ser feliz, en aquel que ocultaba detras de su alegre sonrisa la triste verdad de su corazón, sin saber que la felicidad implicaba el sacrificio más grande que podía hacer...
Y llego el momento aquel donde la verdad en mi corazón fue revelada, donde volví a tener miedo y me alegré de tenerlo... donde mis sentimientos comenzaron a volcarse desenpolvando aquello que estaba bien guardado en el fondo de mi corazon.
Y la gente podría pensar que esto fue una coincidencia, sin embargo, como dijo aquella hechicera representada con mariposas, "las coincidencias no existen... solo existe lo inevitable".
Fue inevitable nuestro encuentro, fueron inevitables las circunstancias que nos rodearon y sobretodo fue inevitble sentir todo esto...
... y cuando pense que era inevitable el triste final, dijiste aquellas dos palabras...
Conjuraste aquel hechizo que me ataba fuertemente a tí, tu magia actuó e hizo latir de mil formas mi corazón, aquella magia antigua que desperto al verdadero yo y que hizo que el acero negro impenetrable se fundiera en algo que solo tu puedes manejar...
2 palabras...
2 palabras...
ai tai...

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