Junjou....

Junjou....
gomenasai... aishiteru!

brand new special memories!!

**29 de junio**



Ese fin de semana fue el cumpleaños de mi mejor amigo.
Pero eso no importa ahora. Realmente no tengo que hablar del festejo y de cómo me sentí…
De hecho, esto sucedió después de todo… cuando yo estaba molesto y necesitaba un rato a solas.
Llegué a la discoteca… solo… estaba lloviendo un poco.
Lo primero que hice fue ir por unas cervezas… las necesitaba. Odiaba estar molesto y más esa noche, cuando quería divertirme. Encontré a una amiga y nos pusimos a platicar sobre lo acontecido aquella noche… me pude relajar un poco más.
Después, encontré a otro amigo. Fue agradable verlo. Platicamos durante un rato, bromeando y charlando sobre cualquier tontería que se nos ocurriera. Pero al final mi enojo seguía ahí…
Decidimos ir a bailar.
Ahí fue cuando comenzó todo.
Le vi… Frente a mí… cada vez me acercaba mas al lugar donde se encontraba..
Como describirle???... es imposible!,… solo se que siempre me había gustado.
Le conocí por medio de mi ex y algunos amigos. Ya le había echado un vistazo en el antro algunas veces y tenía algo que me llamaba la atención.
Su sonrisa acaso??? O quizás su mirada???
Nunca lo pude descubrir.
Siempre me cohibía cuando le veía. Sin embargo, me encantaba pasar a su lado y tocarle el hombro para que se diera cuenta que yo estaba ahí, queriendo saludarle.
Solamente cruzábamos el típico “hola, como estas!” que puedes decir mientras te adentras a la parte mas concurrida del antro.
Esta vez hice lo mismo. Le toque el hombro. Volteo a verme sin ubicarme… pero finalmente lo hizo.
Nos saludamos con un apretón de manos y un abrazo. Me regalo una gran sonrisa mientras comenzábamos una plática cuyo tema fue su club rotario y el poder inscribirme ahí.
Yo trataba de negarme sutilmente, pero seguía insistiendo. Nunca me habían llamado la atención las asociaciones de ese tipo, pero mantenía el interés para escuchar unos instantes más su voz.
Ah, olvide un pequeño detalle. Al parecer había tomado un poco más de la cuenta cuando le encontré…
Salimos a sentarnos en las mesas del jardín. Por la lluvia se encontraban mojadas… así que nos refugiamos debajo de la palapa a punto de derrumbarse. Se recargo en la barda y se abrazo de mí…
Se encontraba muy borracho…
Comenzaba a contarme un poco de su vida, sobre la visita de su prima a la ciudad y un secreto confesado. La liberación y el disfrute. Se sentía feliz…. Borracho pero feliz.
Mientras tanto, me seguía abrazando.
…y me quede encantado por su abrazo…
Fue un abrazo lleno de ternura… no es un abrazo que puedes encontrar en cualquier lado…
Fue como si se refugiara en mis brazos buscando protección… como si dejara en mi su confianza para que yo cuidara de el toda la noche.
Y así fue… toda la noche cuide de el…
No me sentí cansado, ni me sentí aburrido…
Lo único que podía sentir en esos momentos era el calor de su abrazo y su cabeza recargándose en mi cuello, como queriendo protegerse… recuerdo su mano tomando la mía fuertemente para no caer. Recuerdo como lo acariciaba y le besaba su frente y cabello, tratando de que no se sintiera tan mal.
Recuerdo su voz diciendo “lo siento” avergonzándose de su estado y de algunas situaciones que había pasado…
Pero para mí no importaba.
No se por qué…
Aún ahora, sigo sin entender por que no importaba nada para mí… solo ese momento.
Pasaron las horas y el cansancio físico me hicieron partir.
Sin embargo, al salir de ahí la lluvia continuaba… y antes de abordar el taxi, camine bajo la lluvia unos instantes… me di cuenta que olvidé mis pesares un instante y me limité a sonreír…

Ha habido momentos mágicos en mi vida que siempre se quedarán… y este se convirtió en uno más,… aún cuando no había pasado ni futuro…. Esa noche se convirtió en una utopía para mí…
Lo inalcanzable me alcanzo por un instante.
Y ese instante tiene mucha profundidad para mí.

0 respuestas a lo que mi cabeza dice: