Un fin de semana muy largo, por no decir toda la semana.
Una de las cosas principales que sucedieron fue enfrentarme a uno de mis temores. Enojarme con C.
Por la falta de comunicación entre los dos durante un día que yo esperaba que fuera especial, todo se torno un desastre. Quizás debieron influir las palabras que un amigo me dijo ese día y que yo negué. Palabras que durante un momento pudieron hacerme la vida imposible al ponerme un poco de inseguridad dentro de mí y que afectaron mi ser durante el resto del día.
Fue curioso, pero estaba molesto, no por un factor determinante pero si por varios de ellos, entre esos quizás una "falta" que C. cometió. Quizás por eso no quise hablarle, porque estaba a punto de explotar. Puedo ser la persona mas tranquila y pacifica del mundo, pero cuando exploto, soy lo peor que puedes esperar. Pocas personas me han visto así, y de todas esas solamente dos siguen hablandome, porque al final somos verdaderos amigos.
Y eso me daba miedo, tratar de expresarle a C. como me estaba sintiendo y que de pronto le alejara de mi lado inconscientemente. Realmente no quería hacerlo.
Al final, hablamos el viernes, aclarando las cosas para que no se repita otra vez.

Y no exploté...

Es asombroso como C. me esta cambiando la vida. Estoy aprendiendo a ser una mejor persona,, un mejor hijo, un mejor novio y sobretodo alguien feliz, porque le amo y me ama... y eso es lo importante. Lo demás lo vamos construyendo nosotros dos...

Gracias por lo que estamos viviendo juntos, babe!, y por lo que nos falta.